Resulta difícil escribir en forma resumida sobre una personalidad
de las dimensiones del Coronel Gentiluomo sin correr el peligro
de incurrir en error. Para hacer justicia a sus valores morales,
espirituales, intelectuales y humanos, habría que empeñarse
en una ardua tarea de largo alcance; habría que estudiarlo
a fondo en sus múltiples manifestaciones para elaborar un
trabajo meditado y exacto que pusiera de relieve cuanto este hombre
extraordinario fue, realizó y significó.
Este trabajo no aspira a otra cosa que a mostrar al lector una
breve reseña de la vida de este gran idealista y a poner
de manifiesto algunos de los hechos y producciones más salientes
de su agitada y fecunda existencia.
Nace el 14 de febrero de 1912 en la ciudad de Buenos Aires. A los
dieciséis años abraza la carrera de las armas, ingresando
en el Colegio Militar de la Nación. En 1932 egresa con el
grado de subteniente de infantería. Desde entonces fue jalonando
una brillante carrera militar, a la par que cultivaba su espíritu,
con tesón infatigable, preparándose para su futura
acción en el campo de las ciencias y las artes.
Los vaivenes de su profesión lo llevan a recorrer el país
en todas sus dimensiones. Ello le permite tomar contacto con el
pueblo y, con su fina sensibilidad, comprende y hace suyas todas
las inquietudes, aspiraciones, necesidades, y así, sin darse
cuenta, va formando una sólida y profunda conciencia nacional
y popular.
Su primer destino es el Regimiento de Infantería 9, en Corrientes,
donde crea una agrupación juvenil de carácter social
y cultural con objeto de promover el acercamiento entre civiles
y militares. Tiene entonces 21 años. En 1935 pasa a Campo
de Mayo, Escuela de Infantería. Al año siguiente,
con el grado de teniente, es destinado al Regimiento 15 de Infantería;
entonces conoció a la mujer que habría de ser la compañera
de su vida. En 1937 pasa al Regimiento de Infantería, de
La Plata, donde crea la Compañía de Aspirantes a Oficiales
de Reserva, de la cual fue el primer Oficial Instructor. Destinos
sucesivos: Regimiento de Infantería 19, en Tucumán,
como teniente primero (1940); Batallón de Arsenales, en Rosario
(1941); Regimiento 3 de Infantería, en Buenos Aires (1942);
en 1943 ingresa en la Escuela Superior de Guerra; a mediados de
año pasa al Comando de la Tercera Región Militar.
Ya con el grado de capitán, regresa, a fines del mismo año,
a la Escuela Superior de Guerra, donde permanece hasta 1946, en
que es destinado al Primer Destacamento Motorizado Escuela. En 1948,
ya con el grado de mayor, pasa a la Agrupación de Montaña
Cuyo y es destinado, sucesivamente, a Mendoza y Uspallata. En 1949
pasa al Comando de la Quinta Región Militar, en Tucumán,
y luego retorna al Regimiento 19 de Infantería como Jefe
del Primer Batallón. A fines de 1950, es trasladado nuevamente
al Comando de la Quinta Región Militar con el grado de teniente
coronel. En noviembre de 1951 es destinado a la Dirección
General de Propaganda del Ejército, que, por iniciativa suya,
es convertida en Dirección General de Difusión. Y
llegamos así al ocaso de su carrera militar, ya que en las
postrimerías de 1954 es destinado a la Dirección de
Obra Social del Ejército, con el grado de coronel; en 1955,
luego de la Revolución Libertadora, el 21 de setiembre solicita
su retiro voluntario del servicio activo, por no estar de acuerdo
con los postulados de la revolución instaurada y con la posición
adoptada por el Ejército.
Durante todos sus años de actividad en la Institución
realizó numerosos aportes profesionales; y su producción
intelectual fue aún más intensa. En 1944 presenta
en los Juegos Florales de la ciudad de Tucumán un trabajo
titulado "Génesis de la creación del Virreinato
del Río de la Plata", que le valió el primer
premio. En 1948 dicta un ciclo de conferencias en la Junta de Estudios
Históricos de Mendoza y en el Centro de Residentes Mendocinos
en la ciudad de Buenos Aires, sobre la participación de Mendoza
en la gesta sanmartiniana. En ese mismo año dona a la Agrupación
de Montaña Cuyo un busto de San Martín esculpido por
él. En 1949 funda en Tucumán el Instituto Belgraniano
Tucumano, del cual fue primer presidente, cargo que posteriormente
se le acordó en carácter de honorado y perpetuo. Al
año siguiente edita su primer libro, "San Martín
y las provincias de Cuyo, precursor de la Nación en Armas",
con el cual obtiene el primer premio y mención especial en
el Congreso Nacional de Historia del Libertador, en Mendoza. A dicho
congreso concurre en representación de las Fuerzas Armadas
y presenta los trabajos siguientes: "San Martín ante
la posteridad" y "Los planes de las operaciones del General
San Martín", trabajo éste que se hace merecedor
del primer premio. En el mismo año crea la Federación
de Esgrima Femenina y es designado presidente de los Boy-Scouts
de Tucumán. En 1951, alentado por el éxito obtenido
con su primer libro, edita "Necochea el General Romántico"
y paralelamente publica en Tucumán la revista "Ciudadela",
órgano de difusión del Instituto Belgraniano Tucumano,
y logra que el gobierno de la provincia apruebe y oficialice la
instauración de la Semana Belgraniana.
Su permanente inquietud lo lleva a publicar la revista "Estampas
del Norte", que refleja la vida y costumbres tradicionales
del Norte argentino; y realiza un ciclo de audiciones radiofónicas
sobre hechos históricos, de 1949 a 1951, en Tucumán.
En 1952, ya en Buenos Aires, comienza a preparar una serie de estudios
sobre figuras de nuestra historia. Paralelamente pone en el aire
un ciclo de audiciones radiofónicas sobre temas históricos,
que se extendieron hasta 1955, año en que es nombrado profesor
del Colegio Militar de la Nación en las materias de Táctica
e Historia Militar y designado asesor militar e histórico
para la filmación de la película "La muerte en
las calles". En 1953 publica, estando en la Dirección
General de Difusión del Ejército, "Manual de
doctrina y organización nacional" y "Dos mundos,
Norte y Sur". En el mismo año presenta en el Primer
Congreso de Historia de Santiago del Estero, con motivo de la conmemoración
del Cuarto Centenario de la fundación de dicha ciudad, los
siguientes trabajos: "Contribución de Santiago del Estero
a la Guerra de la independencia", "El problema estratégico
de la Revolución de Mayo entre 1812 y 1814" y "Un
héroe poco conocido en la gesta sanmartiniana". En 1953
concurre al Primer Festival Internacional Cinematográfico
de Mar del Plata en representación del Ejército. En
1954 publica su quinto libro con el título de "Güemes,
el guerrillero genial". Es designado para representar al Ejército
en la Feria Internacional Argentino-Chilena en la ciudad de Mendoza.
En 1955 es nombrado representante del Ejército Argentino
como miembro de la Junta Nacional de Museos y Monumentos Históricos
y tiene el honor de recibir en custodia, hasta su restauración,
las banderas históricas deterioradas por el incendio de los
templos en junio de dicho año.
A lo largo de estos años, y apasionado estudioso de la historia,
pero romántico y sensible, trata de llevar al cine hechos
y pasajes de nuestro pasado. Entre estos guiones podemos citar:
"A la sombra de los Andes", novela histórica sobre
la vida de Pedro Vargas, un espía de San Martín; "Los
tres sargentos", "Macacha Güemes", "Los
centauros de la quebrada", etcétera.
La Revolución de setiembre de 1955 lo sorprende con una serie
de obras terminadas y a punto de publicar como "Discursos patrióticos",
recopilación de discursos pronunciados por él a lo
largo de su carrera; "Páginas de historia", "Belgrano
soldado intuitivo", "El visionario de la patria"
(estudio biográfico de Belgrano), "El General Las Heras";
conferencias...
Alterna sus actividades profesionales con las artes; sus condiciones
de pintor, escultor, poeta, repujador, aspectos menos conocidos
de su rica personalidad, daban solaz a las intensas horas de su
vida y, si algo le faltara para integrarse, la segunda y agitada
etapa, que comienza a partir del 16 de setiembre de 1955, la dedicará
con plena madurez y en la plenitud de sus facultades intelectuales,
al estudio político y filosófico de la Doctrina Justicialista,
por la cual lucha denodadamente, aún con riesgo de perder
su carrera y la estabilidad de su hogar; esta etapa de su vida es
la más productiva y trascendente.
El 21 de setiembre de 1955, al ser derrocado el gobierno peronista,
decide dar por terminada su carrera militar, siguiendo el dictamen
de su hombría de bien, que le impide avalar, con la conservación
de su status militar, tanto el hecho de la revolución como
los postulados con que se pretendía justificarla. ¡El
tiempo daría por acertado su enjuiciamiento moral de aquella
fecha! Al efecto envía tres telegramas: el primero, al Comandante
en Jefe del Ejército, para solicitar su retiro; en el segundo
explica las causas del pedido ("no estar de acuerdo con los
postulados de la revolución"); el tercero va dirigido
al presidente del Partido Peronista y en él solicita su afiliación.
¡En el momento en que tantos desertaban, él abordaba
el barco para luchar y tratar de salvar lo salvable!
Inmediatamente toma contacto con los dirigentes políticos
y gremiales del justicialismo y trata de entablar el diálogo
con el gobierno, por intermedio del entonces Jefe de Estado Mayor
Conjunto, general Aramburu. Al producirse el golpe de Estado de
noviembre y ser proscrito el peronismo y perseguidos sus adictos,
comienza para el coronel Gentiluomo lo que podría denominarse
"etapa de conspiración". A mediados de diciembre,
culminaba una reunión en la cual se trataban los últimos
detalles de la contrarrevolución encabezada por él;
pero es detenido a causa de la delación de un conjurado.
A partir de este suceso, empieza para él su peregrinación
por las cárceles del país: Policía de La Plata,
barcos "Washington" y "París" en éste
comienza una huelga de hambre, que se prolongó por 53 días
y cuya finalidad era lograr una entrevista con el presidente de
la Nación; Hospital Militar Central, Martín García,
Penal Militar de las Fuerzas Atinadas (en Magdalena), Usuahia, Penitenciaría
Nacional, Departamento de Policía, Cárcel de Caseros.
Es juzgado y condenado a destitución, con dos años
y cinco días de prisión, que da por cumplida el 23
de diciembre de 1957. Durante esos años de enclaustramiento
y desde las diversas prisiones ha mantenido contactos fuera y ha
ido perfeccionándose en el conocimiento de la doctrina justicialista.
Envía cartas, consejos orientadores a quienes se han nucleado
en torno a él y lo siguen, pese a su prisión. En 1957,
y desde la cárcel publica el periódico "Pero.
. . ¿qué dice el pueblo?", órgano de prensa
desde el cual mantiene encendida la antorcha del justicialismo ortodoxo
y de la línea dura, combatiendo al gobierno y haciendo sentir
la voz de protesta de un pueblo injustamente silenciado, oprimido
y perseguido.
En 1956, y desde la cárcel, se anota como alumno en la Facultad
de Derecho y Ciencias Sociales de la ciudad de Buenos Aires y comienza
a estudiar abogacía. Rinde varias materias, que aprueba con
la calificación de sobresaliente; pero no puede continuar
rindiendo, porque sus carceleros se lo impiden. ¡Una vejación
más dentro del sistema de opresión que hubo de soportar!
Cumplida su primera condena, se lanza inmediatamente a la lucha
activa. Llega así 1958 con las elecciones de febrero encaminadas
a devolver al país su legalidad constitucional. A su juicio,
el pacto peronista-frondizista es una farsa, y el movimiento mayoritario
iba a sufrir una nueva traición. Por eso lo combate y propicia
el voto en blanco, oponiéndose abiertamente a la orden de
votar a Frondizi. Desde su periódico, en tribunas y por todos
los medios a su alcance pide al pueblo que no se deje engañar
y vote en blanco. Publica, al efecto, un trabajo titulado "La
gran oportunidad", donde expone sus puntos de vista y da sus
soluciones. En las elecciones se obtiene un millón de votos
en blanco, fruto de su denodado esfuerzo y que demostraron que el
pueblo no tenía los ojos vendados.
A mediados de 1958 funda el M.O.P.I. (Movimiento Ortodoxo Peronista
Intransigente), que es un movimiento interno de orientación
dentro del partido peronista y única fuerza organizada en
esos momentos. A comienzos de 1959 es detenido y puesto a disposición
del Poder Ejecutivo, acusado de estar preparando un movimiento de
agitación en ocasión de la visita del entonces presidente
de los Estados Unidos de Norteamérica, general Eisenhower.
Pasa tres meses en prisión y luego se ve obligado a abandonar
el país. Por cuatro meses permanece en Montevideo; de nuevo
en la Argentina y en enero de 1960 es detenido y puesto a disposición
del Poder Ejecutivo. El texto de la orden de arresto dice "Ser
elemento peligroso para la estabilidad del gobierno". Está
en prisión durante seis meses en el Regimiento 3 de Infantería.
Puesto en libertad, opta por salir de la Argentina y se radica en
Montevideo durante un año. En ese lapso prepara y publica
un libro titulado "Y serán los pueblos", estudio
filosófico y sociológico sobre el hombre y la doctrina
justicialista.
A su regreso al país es nombrado miembro del Consejo Coordinador
del Partido Peronista y durante el resto de 1961 dicta un ciclo
de conferencias sobre aspectos doctrinarios en casi todas las ciudades
del país. Durante 1962 continúa con sus actividades
políticas y dictando conferencias sobre la Doctrina Justicialista.
Paralelamente a esto, prosigue sus estudios de Derecho en la Facultad.
En 1963 participa activamente en la campaña política
con motivo de las elecciones presidenciales y nuevamente, no estando
de acuerdo con el pacto, se enrola en las filas del Partido de la
Justicia Social junto con los doctores Leloir, Albrieu, Rocamora
y otros. Al mismo tiempo y siempre ansioso de acrecentar sus conocimientos
humanos, se anota como alumno regular en la Universidad Argentina
de Ciencias Sociales en las disciplinas de Sociología y Ciencias
Políticas.
El año 1964 marca quizá su retiro de la lucha activa
para continuar su acción en el campo puramente doctrinario
y filosófico. En 1965 sufre el golpe más tremendo
de su vida al perder a su a compañera de treinta años,
brutalmente asesinada por elementos pertenecientes al régimen
que soporta el país. Si las cárceles, las vejaciones
de todo color, los destierros y las traiciones no habían
conseguido quebrarlo, esta desaparición lo quiebra moral
y espiritualmente al perder su punto de apoyo y su fuente de energía.
Desde ese momento se dedica exclusivamente a descubrir a los autores
e instigadores de crimen tan horrendo e injustificado. Por desgracia,
los intereses políticos en juego hacen que la justicia no
pueda ser completa, ya que dan por cerrado el caso en uno de los
autores materiales, y sus esfuerzos por presentar pruebas son sistemáticamente
rechazados.
Durante dos años se encierra en sí mismo tratando
de superar su quebranto moral y se dedica a actividades particulares
escribiendo y montando programas de tipo cultural para radio, televisión
y cine. En 1966 está a punto de filmar su película
"Macacha Güemes", luego de haber conseguido el apoyo
del gobierno de la provincia de Jujuy. Pero, al producirse la "Revolución
Argentina" y cambiar los gobiernos provinciales, la filmación
no llega a concretarse.
Hacia fines de 1968, luego de profundo y meditado análisis
y debidamente documentado, comienza a dar forma a lo que habría
de ser su obra póstuma: "Desafío a la Revolución
Argentina", que termina en la segunda mitad de 1969. Desgraciadamente,
la enfermedad que acabaría con su existencia, hace presa
en él y lo obliga a permanecer durante seis meses internado,
sufriendo física y moralmente al sentirse impotente para
luchar contra la multiforme adversidad.
El cinco de junio de 1970, a la edad de 58 años, pierde su
último combate. ¡Sólo la muerte pudo derrotarlo
físicamente!
Desaparece así un hombre que supo vivir su vida con plenitud
y que deja tras sí un valioso caudal de conocimientos y de
realizaciones, cuya valoración queda librada a la crítica
honesta de quienes aún tienen fe en la capacidad de los argentinos
para gobernar a los argentinos con mente y espíritu de auténtica
argentinidad... (continúa en contratapa)